sábado, 3 de septiembre de 2011

Receta Médica

                                   Al anciano ciego enamorado.

I
Quiero darte un poema
que no esconda mi miedo,
un verso que puedas andarlo
como monedas en el bolsillo.
Un poema fácil y ligero
para que puedas encontrarme
en el cansancio de todos los días
en las caras tristes del trabajo
en las deudas y el café.
Quiero ser un poema
que viaje con vos,
un par de palabras escogidas
que pronuncies con frecuencia
y cuando digas risa, beso
asueto o salario
sepas que estás recitándome,
que soy tu poema cotidiano
y que estoy con vos
en todas partes.


II
No abrás los ojos, por favor
conocé el espacio
contá los pasos necesarios
para llegar a mí…
aprendete mis labios
descíframe con el tacto
nada más
pero no abrás los ojos
juro saberme mejor a ciegas
te lo doy todo
pero cerralos y no los abrás
no hace falta ver el mundo
con los ojos de un humano
podés vivir sin verlo
podés vivir conmigo
con los ojos cerrados,
porque amo tu ceguera
tu ceguera voluntaria
y te amo ciego
hasta el fin de los días
cuando yo sea para tus ojos
algo digno que ver.

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